“Eso es una hazaña en
la cancha, cosas que ocurren pocas veces en la vida: bajar el balón con el
muslo y meterlo dentro del arco antes de que caiga al piso tras un pase de
cuarenta metros o picarlo como si uno estuviera en el patio de su casa ante la
salida apurada del arquero inglés. Goles que salen de la dudosa épica de los
partidos amistosos para instalarse en la memoria de lo que consagra: no sabemos
si el nuevo Wembley será el techo de Alexis Sánchez, como el viejo Wembley lo
fue para Salas, pero desde ahora empezará a jugar en ese territorio en que los ídolos
ya no tienen nada que demostrar, salvo la intención de disfrutar hasta el último
día el resto de su vida útil como héroes de una camiseta.”
Las líneas
que preceden este texto corresponden a una columna publicada el día de hoy por Esteban Abarzúa en Las Ultimas Noticias. De
una u otra manera es una síntesis del desempeño del tocopillano en Wembley el día
de ayer. Sus dos goles fueron el broche de oro a unos meses brillantes en el
Barcelona y la selección nacional. Yo creo que Alexis Sánchez puede seguir
creciendo como jugador. Todos los jugadores pueden crecer un poco más, incluso
Lionel Messi. A mí me gustaría que Sánchez se atreviera con las pelotas detenidas,
un arma la cual no ha desarrollado a profundidad y que le puede traer muchos
beneficios en el Barcelona. Debe ser algo que debería considerar. En una de
esas agrega un elemento más a su poder de fuego.
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