Innovación día a día, ahí esta la clave

Leí un artículo en La Tercera donde señala que la actividad real de los niños en las clases de educación física dura 14 minutos. Sumado a una mala nutrición y poca o nula actividad física extra escolar muestra que parte importante de los niños chilenos tienen sobrepeso. Las estadísticas son preocupantes. Pero en estas líneas me gustaría hablar un poco de las metodologías pedagógicas usadas por muchos profesores de educación física. En el texto hay un ejemplo que me gustaría destacar: "Una fila de 20 alumnos espera su turno para entrar al área del tablero y encestar la pelota de básquetbol. Una vez que un niño ha lanzado, se ubica en último lugar y espera unos  10 minutos por su próximo tiro. Este ejemplo, que se repite en cada ejercicio, ilustra los llamados “tiempos muertos” que tienen los estudiantes durante las clases de educación física..." Después de leer el texto, puse el siguiente comentario en la página del diario: cambiando las metodologías de trabajo de los profesores de educación física se aprovecharían mejor las horas de clases. El ejemplo de las primeras líneas ilustra lo que ocurre en muchas clases del país, lo cual es pésimo como metodología. Se pueden desarrollar de mejor manera los contenidos mediante juegos donde todos participen a la vez. Los niños quieren jugar, no estar en una fila esperando un turno para tocar el balón. Si las vivencias motrices son de calidad en el colegio tendremos niños más interesados en jugar con sus amigos fuera del colegio. Si las clases de educación física siguen plagadas de situaciones como las descritas en el texto, tendremos cada día más niños sentados frente a las consolas de videojuegos. Yo creo que ahí está la clave: tener clases entretenidas en las cuales todos interactúen y vivencien la mayor cantidad de experiencias motrices posibles. Todo sería distinto si los profesores son capaces de generar una clase atractiva y dejar de lado la fomedad que abunda en los gimnasios.Innovación día a día, ahí esta la clave...

Recomendación

Un amigo me recomendó consumir anabólicos para reducir materia grasa y aumentar la masa muscular de mi cuerpo. Mi respuesta fue un no rotundo. Durante los últimos meses he reducido mi peso, mi condición física ha mejorado, deje el alcohol y el cigarrillo. Quizás la ingesta calórica es lo que más me cuesta controlar. Muchos de los productos que me recomendó ofrecen resultados asombrosos: eliminar varios kilos de grasas y aumentar la masa muscular en poco tiempo. Muchos de los promotores de estos señalan que los efectos colaterales son escasos y no muy diferentes a los de cualquier medicamento como somnolencia, irritabilidad o indigestión. Pero hay mucha literatura científica indica que producen daños hepáticos, renales y cambios psicológicos relevantes. Ante mis dudas al respecto le consulte a mi profesor de anatomía en el Inaf y su respuesta fue categórica: los beneficios físicos a corto plazo son claros, pero los daños médicos a mediano y largo plazo hacen que la relación costo/beneficio sea muy alta.

                Nunca me he planteado en serio consumir estos productos. Hay muchos mitos al respecto y no pienso derribarlos. Solo creo que hay que informarse muy  bien sobre tema tan relevante como el consumo de sustancias como los anabólicos.

Crecimiento profesional

Hay cosas que son relevantes para el desarrollo profesional de una persona: la humildad y la capacidad de escuchar. Siempre podemos aprender algo de todos. Siempre es posible encontrar una palabra, un dato o una estrategia que nos pueda servir para nuestros trabajos. Para que poder encontrar esa información que puede marcar la diferencia es importante ser capaz de escuchar al otro y tener la humildad necesaria para reconocer los méritos y la capacidad profesional de nuestros pares. Una buena conversación siempre es enriquecedora. El conocimiento relevante siempre nace de la comunicación con el otro.