sábado, 7 de febrero de 2015

Comentario al texto "Palabra de entrenador" de Orfeo Suárez



                Acabo de terminar de leer el texto “Palabra de entrenador” de Orfeo Suárez. La lectura de este libro da algunas luces sobre profesionales del Fútbol tan interesantes como José Mourinho, Pep Guardiola, Louis Van Gaal, Carlo Ancelotti o Diego Simeone. El autor del libro orienta sus reflexiones a partir de su experiencia como periodista. El contenido del textos son un aporte para la comprensión de los métodos y pensamientos de estos entrenadores.  El libro es recomendable para todas las personas que aman el Fútbol. Dentro de las muchas anotaciones que hice, me gustaría destacar las siguientes: 

Jorge Valdano:
-          OS: Se siente jugador pero manda a jugadores

JV: Quiero que se genere entre ellos y yo una complicidad, porque es la mejor forma de comprometerlos con una idea. Detrás de este trabajo, que es angustiante, subyace una relación una relación humana con veinte jóvenes que viven en tensión, que para algunas cosas son más maduros de lo que corresponde a su edad y para otras no. 

-          OS: ¿Tanta complicidad no puede comprometer la autoridad?

JV: Son personas durante toda la semana, menos cuando tengo que tomar decisiones. Entonces son jugadores. El futbolista tiene una inteligencia natural, un instinto que le hace detectar todas las debilidades a su alrededor. Entre en un lugar público y, de pronto, sabe quién lo está mirando y con qué intención. Lo da este trabajo. Las debilidades del entrenador son las cosas que capta primero.

Carlo Ancelotti

OS: De la lectura de su libro se desprende que todo cambio con Zidane.

CA: Cuando empecé en los banquillos, yo tenía un sistema: 4-4-2. Lo consideraba sagrado. En el Parma,  por ejemplo, tuve la posibilidad de fichar a Roberto Baggio. Me dijo que quería jugar como mediocentro ofensivo y yo le respondí que en nuestro sistema no era posible. Ahora me pregunto cómo pude decir no a un jugador que marcaba veinte ó veinticinco goles… En la Juventus evité cometer ese error y no cambié la posición de Zidane, sino que adapté el sistema a su calidad.

Zidane tenía una calidad increíble, pero no poseía la personalidad de un líder. Cada persona tiene su carácter, y el suyo es diferente.

OS: ¿Diferente a quién? ¿No era eso que ustedes llaman la extensión del entrenador en el campo? 

CA: No, era su calidad en el campo. He tenido a Deschamps (actual seleccionador francés, que sí era un técnico  más en el campo –insiste mientras mueve las manos-. Aquí tengo a Xabi Alonso. Será un gran entrenador si quiere. Hay muchos jugadores con los que puedes hablar de táctica. Con otros…, no. A Pirlo no necesitas explicarle nada acerca de cómo preparar un partido. Lo sabe todo, todo.

La transformación fue producto de la filosofía de un club muy particular. Mejor dicho, producto de la filosofía de un presidente. Berlusconi quiere espectáculo, que su equipo juegue un gran Fútbol, ofensivo. Y jugar un Fútbol de calidad solo se puede hacer con futbolistas de calidad, está claro, por lo que mi cometido era el de situar en el campo al mayor número de jugadores con talento. La mejor forma era colocarlos escalonadamente y pedir sacrificios, porque a Seedorf no le gustaba jugar en la izquierda y Gattuso, muy necesario para el sistema, no quería hacerlo en la derecha. La disposición nos permitía tener superioridad en el centro del campo para controlar la posesión del balón. Pero hablábamos de una posesión vertical, no horizontal, una posesión que tuviera un sentido. Si juegas con un 4-4-2, esa posesión va a ser más horizontal ydebes crear las líneas de pase con el movimiento. Con el “Arbol de Navidad”, estaban ya definidas desde el principio.   

Con tres centrocampistas es más difícil defender que con el 4-4-2, que te permite cubrir todo el frente del campo. Eso sucede tanto con el 4-3-3 como con el Árbol. Cuando un lateral del rival avanza, ir a taparlo puede crear muchos espacios. Defender es un problema de todos, no solo de los que juegan atrás, pero como ya he dicho, a mí no me gusta dar mucho trabajo defensivo  a jugadores como Cristiano y, sobre todo, a Bale. Necesitamos su energía para otra cosa.

OS: Es curioso que un italiano de lo que más satisfecho esté es del trabajo ofensivo de su equipo…

CA: Solamente el hecho que sea italiano no significa que no me guste el juego ofensivo. En el Chelsea marcamos  más de cien goles en la temporada. Conozco bien la historia del Fútbol de mi país, del inicio del catenaccio… Pero todo cambia. Trabajar en el torneo italiano te da una experiencia importante, porque has de enfrentarte a diferentes sistemas constantemente…

Manuel Pellegrini

OS: Un equipo que estaba el último, un club arruinado, un nuevo propietario árabe… ¿No eran demasiados  riesgos?

MP: Desde luego, no por el perfil del inversor sino por la situación deportiva. Uno mira hacia atrás y se pregunta dónde estaba metido- responde, mientras abre los ojos de forma muy expresiva-. Pero el propietario de contó el proyecto en profundidad. No quería un técnico circunstancial para sacar al Málaga de una situación complicada, sino alguien capaz de desarrollar un proyecto de futuro en todos los órdenes, desde la formación hasta el primer equipo.

OS: El inicio fue horroroso. ¿No dudo el dueño de usted ni de usted de sí mismo?

MP: Sin haber realizado la pretemporada ni diseñado la plantilla, es difícil imponer tu idea de juego. Pero precisamente esa situación midió mi capacidad de convencimiento con respecto a los jugadores. Les dije que había que empezar por poner unas bases, no buscar puntos desesperadamente. Si hubiéramos jugado mirando la tabla, el Málaga habría descendido, estoy seguro, y eso habría sido un atraso en el desarrollo del proyecto. Por eso tardamos más en empezar a puntuar, pero al final casi acabamos en Europa. La clave fue que intentamos jugar con independencia del lugar que ocupábamos en la tabla. Es lo que también decía en Villareal: juguemos y después ya veremos dónde nos deja la clasificación. Yo no tuve dudas en ningún momento, pero quería saber si no las tenía el club. Por eso, cuando arreciaron las críticas  y aparecieron las informaciones en las que se decía que el jeque no me echaba porque mi contrato era muy caro, evalué esa confianza. Lo llame y le dije que me iba sin cobrar el resto de mi contrato. Me respondió un no rotundo.

OS: ¿Tiene algo en común este proyecto con el del Villarreal?

MP: Son totalmente distintos por su dimensión. Cuando llegue al Villarreal, además, ya existía un modelo desarrollado en cuanto a formación e infraestructura. Aquí hay que empezar, Málaga es una ciudad mucho más grande, con más posibilidades en ese sentido, aunque ojalá lleguemos tan alto en lo deportivo.  Aunque tenga limitaciones en impacto mediático o seguimiento de espectadores, Fernando Roig y José Manuel Llaneza han realizado un trabajo excepcional en Villareal, para quitarse el sombrero.

OS: ¿Y en lo futbolístico?

MP: El juego será el mismo, porque además esta plantilla se ha confeccionado según mis instrucciones. Recuerdo que cuando empezamos en Villarreal tuvimos muchas críticas, porque se decía que jugábamos sin bandas…

OS: Si lo dice por los extremos, España juega sin extremos…

MP: Ahora son muchos los que juegan de esa forma, pero entonces se decía que eran sagrados. No solo España cambio, también el Barcelona, que con Rijkaard tenía a Messi y Ronaldinho mucho más fijados en los costados, con Eto’o por dentro. Una cosa es estar fijo para el uno contra uno o el uno contra dos, y otra es disponer los mecanismos que te permitan crear los espacios y ocuparlos cuando lo necesites. El Barca de Guardiola los ataca y  los ocupa mejor, aunque Rijkaard realizó un gran trabajo.

OS: ¿Cómo se entrena para conseguirlo?

MP: La pelota y el espacio reducido son la realidad del Fútbol. Por eso nosotros hacemos todo el trabajo con balón, sea táctico o físico. Hay que pensar antes de que llegue la pelota, tener más de una solución, saber si juegas a un toque o dos. Eso es lo que busca este tipo de entrenamientos: la automatización de los gestos.

OS: Balón y espacio, los dos conceptos que mejor ejemplifican las diferencias entre el Fútbol de Suramérica y el europeo – propongo a Pellegrini, a continuación de su explicación.

MP: Pero se puede combinar ambos. En Suramérica se da mucha importancia a la pelota y poca al movimiento sin ella. En Europa, al revés. Por eso, siempre les digo a mis jugadores: el que lleva el balón, lento para pensar; el resto, rápido. Si el que conduce va a cien por hora, no tiene tiempo para desarrollar su técnica; si los demás no son veloces, no pueden darle alternativas.

Ángel Cappa – Juan Manuel Lillo

 AC: En Argentina se repetía lo de cortita y al pie, pero tampoco era así: se jugaba al paso y deprisa. Lo que sí es cierto es que aquí en España entre un jugador cerca y uno lejos, los compañeros preferían al que estaba lejos. No sé por qué. Eso lo cambió la Quinta del Buitre y definitivamente lo está cambiando el Barcelona. A Latorre yo le decía: Si quieres la pelota, vete a un espacio porque, si no, no te la van a dar nunca.

JML: … Mandas señales constantes al contrario diferentes a lo que quieres hacer en realidad. Es lo que hace el Barca: se la pasan en espacios cortos para buscar lejos al que esta libre. Es la base del juego de posición.

AC: El engaño es propio de todos los juegos, hasta del ajedrez. Por eso cuando hablan de Fútbol directo es una barbaridad, porque significa la negación del juego. Imagínate el ajedrez directo, no tiene sentido.

JML: Panzeri decía: “Si todos sabemos lo que va a pasares que no va a pasar nada”

JML: En el balonmano o el baloncesto, en cambio, se pueden prever muchas más cosas, según los especialistas en teoría del entrenamiento,

AC: En primer lugar, porque se juega con la mano. Paulo Freire, dice que el mejor profesor es el que pasa desapercibido, el que consigue que el alumno crea que finalmente la idea fue suya. El gran maestro del Fútbol es el que da al jugador la fuerza para tomar decisiones propias desde el conocimiento del juego, si es que se puede conocer realmente el juego. Yo siempre digo que mi gran alegría como entrenador es que mis jugadores me sorprendan y no que me obedezcan.

JML: El futbolista es como el niño. No es un bote que hay que llenar, sino una llama que hay que encender. Se trata de despertar lo que el jugador ya tiene. No es que tú se lo vayas a incorporar, que es algo a lo que nos lleva la vanidad de los entrenadores. El futbolista es un hecho táctico en sí mismo, hecho por la calle en muchos casos. No necesita que tú le des barniz. Desconfío de esos entrenadores que dicen: Yo saqué lo mejor de este o el otro jugador…

AC: Pero tú puedes ayudarlo o retrasarlo.

JML: Simplemente lo alertas de lo que tiene, como un orientador. No es que tú le vayas a dar nada. Si no, ¿Por qué no se lo dan a todos? Hay técnicos a los que hasta molesta que se diga que el equipo juega más como son los futbolistas que como son ellos.

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