Acabo
de terminar de leer el texto “Palabra de entrenador” de Orfeo Suárez. La
lectura de este libro da algunas luces sobre profesionales del Fútbol tan
interesantes como José Mourinho, Pep Guardiola, Louis Van Gaal, Carlo Ancelotti
o Diego Simeone. El autor del libro orienta sus reflexiones a partir de su
experiencia como periodista. El contenido del textos son un aporte para la
comprensión de los métodos y pensamientos de estos entrenadores. El libro es recomendable para todas las
personas que aman el Fútbol. Dentro de las muchas anotaciones que hice, me gustaría
destacar las siguientes:
Jorge Valdano:
-
OS: Se siente jugador pero manda a jugadores
JV: Quiero que se genere entre ellos
y yo una complicidad, porque es la mejor forma de comprometerlos con una idea.
Detrás de este trabajo, que es angustiante, subyace una relación una relación
humana con veinte jóvenes que viven en tensión, que para algunas cosas son más
maduros de lo que corresponde a su edad y para otras no.
- OS: ¿Tanta complicidad no puede comprometer la
autoridad?
JV: Son personas durante toda la
semana, menos cuando tengo que tomar decisiones. Entonces son jugadores. El
futbolista tiene una inteligencia natural, un instinto que le hace detectar
todas las debilidades a su alrededor. Entre en un lugar público y, de pronto,
sabe quién lo está mirando y con qué intención. Lo da este trabajo. Las
debilidades del entrenador son las cosas que capta primero.
Carlo Ancelotti
OS: De la lectura de su libro se desprende que todo cambio
con Zidane.
CA: Cuando empecé en los banquillos, yo tenía un sistema:
4-4-2. Lo consideraba sagrado. En el Parma,
por ejemplo, tuve la posibilidad de fichar a Roberto Baggio. Me dijo que
quería jugar como mediocentro ofensivo y yo le respondí que en nuestro sistema
no era posible. Ahora me pregunto cómo pude decir no a un jugador que marcaba veinte
ó veinticinco goles… En la Juventus evité cometer ese error y no cambié la posición
de Zidane, sino que adapté el sistema a su calidad.
Zidane tenía una calidad
increíble, pero no poseía la personalidad de un líder. Cada persona tiene su
carácter, y el suyo es diferente.
OS: ¿Diferente a quién? ¿No era eso que ustedes llaman la
extensión del entrenador en el campo?
CA: No, era su calidad en el campo. He tenido a Deschamps
(actual seleccionador francés, que sí era un técnico más en el campo –insiste mientras mueve las
manos-. Aquí tengo a Xabi Alonso. Será un gran entrenador si quiere. Hay muchos
jugadores con los que puedes hablar de táctica. Con otros…, no. A Pirlo no
necesitas explicarle nada acerca de cómo preparar un partido. Lo sabe todo,
todo.
La transformación fue producto de
la filosofía de un club muy particular. Mejor dicho, producto de la filosofía
de un presidente. Berlusconi quiere espectáculo, que su equipo juegue un gran
Fútbol, ofensivo. Y jugar un Fútbol de calidad solo se puede hacer con
futbolistas de calidad, está claro, por lo que mi cometido era el de situar en
el campo al mayor número de jugadores con talento. La mejor forma era colocarlos
escalonadamente y pedir sacrificios, porque a Seedorf no le gustaba jugar en la
izquierda y Gattuso, muy necesario para el sistema, no quería hacerlo en la
derecha. La disposición nos permitía tener superioridad en el centro del campo
para controlar la posesión del balón. Pero hablábamos de una posesión vertical,
no horizontal, una posesión que tuviera un sentido. Si juegas con un 4-4-2, esa
posesión va a ser más horizontal ydebes crear las líneas de pase con el
movimiento. Con el “Arbol de Navidad”, estaban ya definidas desde el
principio.
Con tres centrocampistas es más
difícil defender que con el 4-4-2, que te permite cubrir todo el frente del
campo. Eso sucede tanto con el 4-3-3 como con el Árbol. Cuando un lateral del
rival avanza, ir a taparlo puede crear muchos espacios. Defender es un problema
de todos, no solo de los que juegan atrás, pero como ya he dicho, a mí no me
gusta dar mucho trabajo defensivo a
jugadores como Cristiano y, sobre todo, a Bale. Necesitamos su energía para
otra cosa.
OS: Es curioso que un italiano de lo que más satisfecho esté
es del trabajo ofensivo de su equipo…
CA: Solamente el hecho que sea italiano no significa que no
me guste el juego ofensivo. En el Chelsea marcamos más de cien goles en la temporada. Conozco
bien la historia del Fútbol de mi país, del inicio del catenaccio… Pero todo
cambia. Trabajar en el torneo italiano te da una experiencia importante, porque
has de enfrentarte a diferentes sistemas constantemente…
Manuel Pellegrini
OS: Un equipo que estaba el último, un club arruinado, un
nuevo propietario árabe… ¿No eran demasiados
riesgos?
MP: Desde luego, no por el perfil del inversor sino por la
situación deportiva. Uno mira hacia atrás y se pregunta dónde estaba metido-
responde, mientras abre los ojos de forma muy expresiva-. Pero el propietario
de contó el proyecto en profundidad. No quería un técnico circunstancial para
sacar al Málaga de una situación complicada, sino alguien capaz de desarrollar
un proyecto de futuro en todos los órdenes, desde la formación hasta el primer
equipo.
OS: El inicio fue horroroso. ¿No dudo el dueño de usted ni
de usted de sí mismo?
MP: Sin haber realizado la pretemporada ni diseñado la
plantilla, es difícil imponer tu idea de juego. Pero precisamente esa situación
midió mi capacidad de convencimiento con respecto a los jugadores. Les dije que
había que empezar por poner unas bases, no buscar puntos desesperadamente. Si
hubiéramos jugado mirando la tabla, el Málaga habría descendido, estoy seguro,
y eso habría sido un atraso en el desarrollo del proyecto. Por eso tardamos más
en empezar a puntuar, pero al final casi acabamos en Europa. La clave fue que
intentamos jugar con independencia del lugar que ocupábamos en la tabla. Es lo
que también decía en Villareal: juguemos y después ya veremos dónde nos deja la
clasificación. Yo no tuve dudas en ningún momento, pero quería saber si no las
tenía el club. Por eso, cuando arreciaron las críticas y aparecieron las informaciones en las que se
decía que el jeque no me echaba porque mi contrato era muy caro, evalué esa
confianza. Lo llame y le dije que me iba sin cobrar el resto de mi contrato. Me
respondió un no rotundo.
OS: ¿Tiene algo en común este proyecto con el del
Villarreal?
MP: Son totalmente distintos por su dimensión. Cuando llegue
al Villarreal, además, ya existía un modelo desarrollado en cuanto a formación
e infraestructura. Aquí hay que empezar, Málaga es una ciudad mucho más grande,
con más posibilidades en ese sentido, aunque ojalá lleguemos tan alto en lo
deportivo. Aunque tenga limitaciones en
impacto mediático o seguimiento de espectadores, Fernando Roig y José Manuel
Llaneza han realizado un trabajo excepcional en Villareal, para quitarse el
sombrero.
OS: ¿Y en lo futbolístico?
MP: El juego será el mismo, porque además esta plantilla se
ha confeccionado según mis instrucciones. Recuerdo que cuando empezamos en
Villarreal tuvimos muchas críticas, porque se decía que jugábamos sin bandas…
OS: Si lo dice por los extremos, España juega sin extremos…
MP: Ahora son muchos los que juegan de esa forma, pero
entonces se decía que eran sagrados. No solo España cambio, también el
Barcelona, que con Rijkaard tenía a Messi y Ronaldinho mucho más fijados en los
costados, con Eto’o por dentro. Una cosa es estar fijo para el uno contra uno o
el uno contra dos, y otra es disponer los mecanismos que te permitan crear los
espacios y ocuparlos cuando lo necesites. El Barca de Guardiola los ataca
y los ocupa mejor, aunque Rijkaard
realizó un gran trabajo.
OS: ¿Cómo se entrena para conseguirlo?
MP: La pelota y el espacio reducido son la realidad del
Fútbol. Por eso nosotros hacemos todo el trabajo con balón, sea táctico o
físico. Hay que pensar antes de que llegue la pelota, tener más de una
solución, saber si juegas a un toque o dos. Eso es lo que busca este tipo de
entrenamientos: la automatización de los gestos.
OS: Balón y espacio, los dos conceptos que mejor
ejemplifican las diferencias entre el Fútbol de Suramérica y el europeo –
propongo a Pellegrini, a continuación de su explicación.
MP: Pero se puede combinar ambos. En Suramérica se da mucha
importancia a la pelota y poca al movimiento sin ella. En Europa, al revés. Por
eso, siempre les digo a mis jugadores: el que lleva el balón, lento para
pensar; el resto, rápido. Si el que conduce va a cien por hora, no tiene tiempo
para desarrollar su técnica; si los demás no son veloces, no pueden darle
alternativas.
Ángel Cappa – Juan Manuel Lillo
AC: En Argentina se
repetía lo de cortita y al pie, pero tampoco era así: se jugaba al paso y
deprisa. Lo que sí es cierto es que aquí en España entre un jugador cerca y uno
lejos, los compañeros preferían al que estaba lejos. No sé por qué. Eso lo
cambió la Quinta del Buitre y definitivamente lo está cambiando el Barcelona. A
Latorre yo le decía: Si quieres la pelota, vete a un espacio porque, si no, no
te la van a dar nunca.
JML: … Mandas señales constantes al contrario diferentes a
lo que quieres hacer en realidad. Es lo que hace el Barca: se la pasan en
espacios cortos para buscar lejos al que esta libre. Es la base del juego de
posición.
AC: El engaño es propio de todos los juegos, hasta del
ajedrez. Por eso cuando hablan de Fútbol directo es una barbaridad, porque
significa la negación del juego. Imagínate el ajedrez directo, no tiene
sentido.
JML: Panzeri decía: “Si todos sabemos lo que va a pasares
que no va a pasar nada”
JML: En el balonmano o el baloncesto, en cambio, se pueden
prever muchas más cosas, según los especialistas en teoría del entrenamiento,
AC: En primer lugar, porque se juega con la mano. Paulo Freire,
dice que el mejor profesor es el que pasa desapercibido, el que consigue que el
alumno crea que finalmente la idea fue suya. El gran maestro del Fútbol es el
que da al jugador la fuerza para tomar decisiones propias desde el conocimiento
del juego, si es que se puede conocer realmente el juego. Yo siempre digo que
mi gran alegría como entrenador es que mis jugadores me sorprendan y no que me
obedezcan.
JML: El futbolista es como el niño. No es un bote que hay
que llenar, sino una llama que hay que encender. Se trata de despertar lo que
el jugador ya tiene. No es que tú se lo vayas a incorporar, que es algo a lo
que nos lleva la vanidad de los entrenadores. El futbolista es un hecho táctico
en sí mismo, hecho por la calle en muchos casos. No necesita que tú le des
barniz. Desconfío de esos entrenadores que dicen: Yo saqué lo mejor de este o
el otro jugador…
AC: Pero tú puedes ayudarlo o retrasarlo.
JML: Simplemente lo alertas de lo que tiene, como un
orientador. No es que tú le vayas a dar nada. Si no, ¿Por qué no se lo dan a
todos? Hay técnicos a los que hasta molesta que se diga que el equipo juega más
como son los futbolistas que como son ellos.
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