Aún me da vueltas la eliminación de Chile del Mundial de
Fútbol. La selección nacional realizo 2 partidazos ante España y Brasil y le
complico la vida a Holanda. El Fútbol chileno ha crecido mucho a nivel de selección,
clasificando a dos mundiales seguidos. Más allá de las clasificaciones, Chile adquirió
una identidad de juego y se ganó el
respeto de sus adversarios. Para un sistema de juego funcione debe ocurrir algo
que no se da en todos los equipos: la comunión del técnico con sus jugadores. Los
brasileños aprendieron a rezar con el enfrentamiento de Chile, algo que nos es
poco. Sin actitud nada es posible. Y la actitud de los jugadores chilenos se
hace más evidente que nunca en Arturo Vidal y Gary Medel. Ambos arriesgaron su
integridad física y millones de dólares por defender la camiseta de Chile en el
mundial. La historia sería distinta si los
jugadores no hubieran estado realmente comprometidos con la idea futbolística y
con el equipo.
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