jueves, 25 de agosto de 2016

Oler sangre

"..., Raúl González, un himno de la ambición. Pero ambicioso todos los días de su vida y a todas horas: cuando jugaba, cuando comía, cuando descansaba... Solo así se explica cómo, sin ser el más rápido, ni el más fuerte, ni el más técnico, ni el más creativo, pasó a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo: máximo goleador de la historia del Real Madrid, máximo goleador de la historia de la Champions League y máximo goleador, en su momento, de la selección española. 

En su último enfrentamiento internacional en Europa, jugando en las filas del Schalke 04 y frente al Athletic de Bilbao, Raúl también demostró que la pasión es la mejor detectora de oportunidades que existe. Al comienzo de la segunda parte del partido de ida, el conjunto alemán se puso por delante en el marcador (2 a 1). Fue en ese momento cuando Raúl, que había marcado los dos goles, detectó la debilidad del rival y entró en combustión. Corría, presionaba y le gritaba a sus compañeros como si estuviera ante una última oportunidad. Me resultó emocionante ser testigo de esa exhibición de inteligencia y esfuerzo que había visto tantas veces en el Real Madrid. Al terminar, me crucé con Marcelo Bielsa (entrenador del Athletic y gran admirador de Raíl) y aún le duraba el impacto de esa imagen: < ¿Viste a Raúl?... Olió sangre.>"*


*Páginas 73-74 del texto "Los 11 poderes del líder" de Jorge Valdano